Muchísimas veces escuchamos a gente a nuestro alrededor decir “Estoy engordando y no se porque”, lo cierto es que en la actualidad la mayoría de la población padece de sobrepeso. En este artículo mi intención es que entiendas porque engordamos, que esta ocurriendo en la actualidad para que exista tanto sobrepeso y obesidad y finalmente te daré herramientas para que esta situación cambie en tú vida. No te prometo milagros ni fórmulas mágicas pero si te prometo información de mucho valor, contrastada y con base científica.  Comencemos!

Situación actual

Primero que todo situémonos desde donde partimos,  según la OMS en 2014 más de 1900 millones de adultos tenían sobrepeso y más de 500 millones eran obesos. En 2015, 42 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso. Con estas cifras ya se habla de epidemia mundial. (Fuente) Esto es muy serio, y debemos ponernos en acción para que esta epidemia pare. Yo voy a poner mi granito de arena para que el mensaje llegue a cuantas más personas mejor, ¿me ayudas?. Por favor comparte el artículo y así llegaremos a más gente.

¿Que ha cambiado?

Desde las directrices dietéticas las causas y las estrategias sobre salud  y dieta han ido cambiando. Fue en 1977 cuando se sentencio a la grasa como principal causante de enfermedades y muertes de corazón. Fue a partir de entonces cuando se generó una gran presión por parte de la industria alimentaria para que la carne no fuera descatalogada como causante de enfermedades coronarias. Finalmente por decisión gubernamental Mc Govern atendiendo a no perjudicar en absoluto a la industria redactó unos objetivos dietéticos para Estados Unidos, en él se recomendaba:

  • Reducir el consumo de grasa del 40% al 30%
  • Aumentar el consumo de carbohidratos para constituir el 55-60%

Estas decisiones se tomaron sin estudios científicos que avalasen estas decisiones, tan solo lo que Mc Govern y la industria acordó. En cambio el nutricionista británico John Yudkin no encontró la relación entre grasa y enfermedad cardiaca, en cambio creía que el principal culpable de la obesidad y las enfermedades coronarias era el azúcar. En este metaanalisis se concluye con que no existe evidencia significativa que relacione grasa saturada y enfermedad coronaria. Lo cual desmiente la decisión de Mc Govern para demonizar la grasa.

A partir de esta fecha y tal como podemos ver en la gráfico de arriba las tasas de obesidad fueron en aumento y el índice de enfermedades coronarias no disminuyó. Pero estas recomendaciones pasaron a formar parte de lo que se conoce como la pirámide de alimentación.

Sobreproducción y sobrealimentación

En la actualidad en lo que llaman el primer mundo o mundo desarrollado existe gran cantidad de comida, realmente se produce mucha más comida de la que se llega a consumir. Ante este exceso de comida, nos volvemos más selectivos en cuanto a que  queremos comer, que tipo de dieta seguir e incluso despreciar materias primas por su tamaño, aspecto e imperfección. El sistema económico obliga a producir cada vez más barato con la presión de los supermercados y financieros obligando a reducir la calidad de los productos y haciendo difícil el beneficio por parte de los productores.

Una era en la que prima la cantidad y no la calidad.

En muchas ocasiones la elección entre un alimento u otro viene definido por su precio. Oyendo “Si es más barato, mejor”. Tristemente encontramos en los supermercados y tiendas productos comestibles a precios irrisorios. La sociedad confiando en que si se vende es que se puede comer y es bueno lo compra y lo consume.

La industria se encarga detalle a detalle de que ese producto sea “perfecto” palativamente hablando, que enganche de forma que sean clientes asiduos y que no puedan parar de comer.

Por ejemplo es el caso del glutamato monosódico E-621 muy empleado como aditivo y  potenciador del sabor. Lo podemos encontrar de manera legal en: restaurantes chinos (lo usan en vez de sal), aceitunas, papas, tostadas, etc. Este aditivo, esta definido como aquel que no te deja parar de comer desregulando nuestros mecanismos de la saciedad. ¡Mucho cuidado y aprende a leer etiquetas!

Cada vez existen más productos comestibles o procesados en los supermercados. La población con una vida multitarea constante y sin tiempo, según afirman, recurren cada vez más a estos alimentos procesados. Estos alimentos enfocados en aumentar su consumo entre la población, con la misión de ser muy sabrosos sin sabores amargos y muy ricos en grasas hidrogenadas principalmente (ya que la grasa nos gusta y da mejor sabor y densidad) no son nada saludables aportando a nuestro cuerpo poca saciedad, muchas calorías, excesos de sal, azúcar, carbohidratos y grasas hidrogenadas dando como resultado final una bomba calórica para nuestro cuerpo. Está claro que por un día que tomes esto, en principio no pasa nada, pero si contamos la cantidad de veces al día que hoy se recurre a estos productos nos asustaríamos.

Ejemplo de la mala alimentación de un niño de hoy en día

Desayuno: Leche desnatada + colacao + galletas o bolleria

Almuerzo: Refresco azucarado + bollería

Comida: Patatas fritas congeladas + salchicha

Merienda: Pan chicle + embutido de mala calidad

Cena: Palitos de merluza congelada y frita + patatas fritas congeladas

Antiguamente si se bebía algún refresco o se comía algún procesado/bolleria era de forma muy ocasional y no con la asiduidad de nuestros días. 

Como hemos llegado hasta aquí

En resumen, lo que ha propiciado que nos encontremos con tasas de obesidad tan elevadas:

  • Poca información clara sobre que comer y que es sano, con muchos intereses por en medio.
  • Exceso de comida y poca atención al comer (ver la tele, el móvil, leer, hablar..)
  • Bombardeo de anuncios “comiéndonos la cabeza” para que compremos y consumamos.
  • Poco o nada de ejercicio. Videojuegos, internet, móvil, televisión…
  • Estrés y emocionalmente mal.
  • Contaminación ambiental.
  • Comida insana MUY barata.
  • Creación de alimentos “perfectos” palativamente hablando en cuanto al sabor, textura, con aditivos que enganchan, etc.
  • Poco descanso, lo cual aumenta el deseo por energía rápida en forma de dulces.
  • Sistema hormonal alterado por uso de plásticos, contaminantes ambientales, etc con la consiguiente desregulación de hormonas implicadas en la saciedad, acumulación de grasa, etc.

Ayúdame a concienciar a la sociedad y comparte.

Gracias

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